El sindicato de prisiones ACAIP, junto a UGT, ha denunciado la incautación de 157 teléfonos móviles en la cárcel de Tahíche, Lanzarote, en los últimos cuatro años. La situación preocupa al colectivo debido a la gravedad que supone para el orden interno. Según su comunicado, en 2024 se decomisaron 2.884 dispositivos, de los cuales 35 fueron requisados en la prisión lanzaroteña.
Los afectados afirman que muchos de estos móviles son utilizados por internos altamente peligrosos cuyas comunicaciones están prohibidas por causas legales o de seguridad. La posesión de estos dispositivos les permite continuar con su actividad delictiva y genera conflictos entre los presos.
A esta problemática se suma el hecho de que los funcionarios deben enfrentarse a estas situaciones con herramientas que se han vuelto obsoletas debido a la evolución de los dispositivos electrónicos, que cada vez son más difíciles de detectar. Esto conlleva la necesidad de realizar requisas exhaustivas que requieren formación especializada y suficiente personal, algo que hoy en día no se garantiza en todos los centros.
Por ello, el sindicato de prisiones solicita una inversión en tecnología moderna de seguridad, como sistemas de inhibición actualizados, que impidan el uso de teléfonos móviles en los centros penitenciarios y eviten que drones sobrevuelen zonas restringidas.
