La Consejería de Emergencias del Gobierno de Canarias ha informado este martes de que el incendio forestal que afecta al norte de Tenerife desde mediados de agosto pasa a nivel 1 y, por lo tanto, la gestión queda es responsabilidad del Cabildo.
Según informa, el incendio continúa con la tendencia de los últimos días, con menos reactivaciones y de menor intensidad, favorecidas por la bajada de las temperaturas. Además, explica que la previsión meteorológica es buena, la humedad se recuperará por encima del 80% en las próximas horas, bajan las temperaturas y desaparece la calima.
La dirección del plan ha indicado que ya se ha iniciado el repliegue de los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), aunque se mantiene el dispositivo de los recursos terrestres insulares y autonómicos y de los aéreos insulares y estatales.
Durante este martes trabajan en el operativo de extinción 68 efectivos terrestres entre brigadas forestales del Cabildo (BRIFOR), EIRIF del Gobierno de Canarias y Bomberos del Consorcio de Tenerife que junto a tres medios aéreos continuarán realizando descargas para enfriar y consolidar puntos calientes.
Desde el pasado 5 de octubre, incluida la jornada de este lunes, las aeronaves intervinientes en el dispositivo de extinción han realizado un total de 2.962 descargas con un total de 3.739.200 litros de agua.
La presidenta del Cabildo, Rosa Dávila, precisó que el incendio «sigue sin extinguirse» pero el «alivio» en las temperaturas permite bajar la emergencia a nivel 1, si bien añadió que el nivel de alerta por incendios se extenderá hasta el 29 de octubre.
Además, comentó que salvo en la zona afectada por el incendio –unas 14.000 hectáreas en un perímetro de 90 kilómetros– se retoman todas las actividades actuales y al ir «normalizando» la situación ya se empezará a trabajar en los planes de reforestación, cuyos proyectos estaban «embargados».
Por su parte, el director de extinción de la BRIFOR, José María Sánchez, comentó que la «bonanza meteorológica», con bajada de temperaturas y subida de humedad, permite tener «más control» sobre las reactivaciones, que en todo caso, son «menores y de menor entidad».
Según Sánchez, ya se ha iniciado la «desescalada» de recursos pero ha avisado se que el suelo sigue «muy caliente», con «braseros intensos» que suponen un «peligro» para el tránsito de las personas ya que hay caída de árboles de forma continua, por lo que pidió a los ciudadanos que no acudan a las zonas incendiadas. «El riesgo es elevado, no se puede menospreciar», afirmó.
Cara a las próximas semanas señaló que «lo primero» es evitar la pérdida de suelo en las labores de reforestación, de ahí que «si hubiera lluvias muy intensas habría un problema» al generarse escorrentías.
Por esta razón, espera que llueva de forma «constante y suave» dado que para acometer la reforestación «hay que tener certeza de que el suelo está bien apagado» y «lo peor» sería que entrara un frente subtropical que deje 120 litros por metro cuadrado en pocas horas.
También afirmó que el suelo del sur «está frío pero sin vegetación, no ha quedado ni pinocha, y en el norte está quemado y desestructurado», sin materia orgánica, y si llegara una lluvia muy fuerte «va a arrastrar mucho».