Las auroras boreales que se vieron desde Canarias son el resultado de la actividad solar más intensa registrada desde hace 20 años
El sol ha estado inusualmente activo durante estos días y hemos notado sus consecuencias en la Tierra, así lo explica Héctor Socas, investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias. “Esta actividad solar tan intensa no la hemos registrado desde hace 20 años. Han empezado a llegar erupciones originadas en una región activa del sol que se conoce como AR 3664, donde se producen unas tensiones que dan lugar a explosiones muy violentas” añade.
Estas explosiones expulsan plasma solar a miles de kilómetros por segundo, ya que la energía que liberan es comparable a la detonación de millones de bombas atómicas a la vez, lo que hace que la Tierra se vea afectada por sus consecuencias. Las auroras boreales que se han dejado ver durante estos días son la parte benigna de estas tormentas solares y “son el resultado de las partículas que chocan con la atmósfera, generando una luminiscencia rojiza”, explica Héctor Socas.
¿Hay alguna consecuencia negativa?
No se espera que haya consecuencias muy serias, ya que se trata de una tormenta geomagnética de categoría G4. El efecto principal son estas auroras boreales que se han visto en toda Europa, incluso en Canarias, y se espera que se prolonguen durante un par de días más.
El sol se está acercando al máximo a su ciclo de actividad de 11 años y se espera que alcance su límite el año que viene. Si la tormenta escala a niveles más altos (por encima de G5) podría empezar a causar daños más importantes en infraestructuras eléctricas, apagones o pérdidas de suministro.
Estas consecuencias negativas solo se producirán en una intensidad excepcionalmente alta, algo que, por probabilidad, en algún momento ocurrirá. Desde el Instituto de Astrofísica de Canarias investigan muy intensamente este campo para “estar preparados, mejorando la capacidad de predicción para poder evitar sus consecuencias o paliarlas en la medida de lo posible”, aclara el investigador.