El juez encarga un nuevo dictamen para ampliar un primer informe de Godoy Consultores que detectó un "importante grado de contaminación"
Tenerife
28 sep. 2018

Un peritaje judicial evaluará los efectos de los vertidos del polígono de Güímar sobre la salud humana y la biota marina

El juez encarga un nuevo dictamen para ampliar un primer informe de Godoy Consultores que detectó un "importante grado de contaminación" en las aguas evacuadas al mar en el área industrial de Tenerife
 

El Juzgado de Instrucción Número 1 de Güímar, a petición de la Fiscalía de Medio Ambiente, ha encargado un nuevo dictamen pericial para evaluar la potencial incidencia en la biota marina y en la salud de las personas de los vertidos del polígono industrial. Un primer informe, elaborado por Godoy Consultores, detectó un "importante grado de contaminación" en las aguas residuales evacuadas al mar en esta zona del litoral tinerfeño. 

A pesar de de las conclusiones del primer dictamen pericial, dividido en dos informes, uno provisional de diciembre de 2017 y otro definitivo de abril de 2018, el fiscal considera que existen limitaciones que deben ser corregidas en un nuevo análisis. En un escrito presentado el 8 de mayo, al que ha tenido acceso mirametv.com, el representante del Ministerio Público solicita la designación de un nuevo perito judicial "con la suficiente cualificación profesional, experiencia y solvencia en el ámbito de la biología marina que pueda paliar las deficiencias planteadas y pueda concretar (...) la potencial incidencia continuada en el tiempo (al menos desde el año 2007) de los vertidos denunciados en su día y que hoy continúan produciéndose".

Una denuncia de concejales de IU-Los Verdes y Alternativa Sí Se Puede ha provocado la apertura de una macrocausa, que consta de 34 tomos y más de 17.000 folios, por presunta prevaricación y delitos contra el medio ambiente por los vertidos de aguas residuales sin control y sin autorización en el polígono industrial. En el procedimiento hay un total de diez personas investigadas, entre otros, los tres alcaldes de los municipios responsables de la gestión (Arafo, Candelaria y Güímar), los ediles de Urbanismo y un representante de la Asociación Mixta de Compensación.

El fiscal insiste en la necesidad de que la nueva prueba pericial, que también elaborarán expertos de la empresa Godoy Consultores, se centre en "los efectos potenciales sobre la biota marina y la salud de las personas". El escrito del Ministerio Público reclama que se tenga en cuenta, además del potencial riesgo lesivo de los vertidos, si se ha causado "un daño sustancial a la calidad de las aguas marinas". 

El nuevo dictamen tendrá que analizar los resultados no solo en base al Reglamento de Control de Vertidos de 1994, como hizo el primer informe, sino en relación al resto de normativa fijada en las ordenanzas municipales y en los distintos reales decretos que se han dictado hasta la fecha sobre la gestión de la calidad del agua. El fiscal también solicita que se amplíen las muestras que deben ser analizadas, ya que el trabajo inicial se basó en las obtenidas por Aqualia, el Ayuntamiento de Arafo y el Seprona entre marzo y mayo de 2017, pero no tuvo en cuenta otras que han sido tomadas posteriormente por técnicos municipales y del Servicio de Medio Ambiente de la Universidad de La Laguna, que elaboró un informe a petición del Consejo Insular de Aguas del Cabildo de Tenerife. 


Contaminación

El primer informe pericial realizado por Godoy Consultores detectó importantes niveles de contaminación en las muestras analizadas, cuyos resultados arrojaron una serie de parámetros que superaban los límites fijados por el Reglamento de Control de Vertidos para la Protección del Dominio Público Hidráulico.

El dictamen apreció un exceso de demanda biológica de oxígeno (DBO), que es la cantidad de este elemento que los microorganismos, especialmente bacterias, hongos y plancton, "consumen durante la degradación de las sustancias orgánicas contenidas en la muestra". La perito judicial explica que este valor "se utiliza para medir el grado de contaminación, cuanto mayor sea su valor, mayor contaminación de la muestra". El límite que fija el Decreto 174/1994 es de 30 miligramos por litro. Catorce de los dieciséis puntos analizados superan el valor de referencia y algunos de los resultados alcanzan los 800 miligramos.

También se detectaron valores anormales en la demanda química de oxígeno (DQO), necesaria para la oxidación de la materia orgánica por medios químicos y convertirla en dióxido de carbono y agua. El valor de referencia es de 160 miligramos por litro; una cuantía que se superó en 12 de los 16 puntos analizados y que, en algunas muestras, rebasó los 1.000 miligramos.

La prueba pericial inicial recogió excesos de escherichia coli. "Un alto nivel de bacterias coliformes fecales, por lo general, indica la presencia en el agua de una gran cantidad de heces y otros materiales orgánicos sin tratar que pueden tener un serio impacto en el ambiente", concluyó la técnico. También se detectaron valores que superan los permitidos en seis de los puntos donde se tomaron muestras de los vertidos.

Otros límites legales que se rebasaron fueron los registrados por material sedimentable, nitratos, hierro, aluminio, nitrógeno amoniacal, sólidos en suspensión, detergentes, aceites y grasas, fenoles, sulfuros, cinc, cobre, sulfitos y plomo. 

La perito de Godoy Consultores destacó en las conclusiones de su informe "la importancia que la mayoría de contaminantes tiene sobre la reducción del oxígeno disuelto en el agua, de crucial importancia para los seres vivos que en ella se desarrollan o que lo necesitan para realizar diferentes procesos biológicos". En el dictamen aseveró que la zona donde se produce el contacto del vertido con el agua "es donde podemos encontrar un ambiente anóxico poco saludable para el desarrollo de la vida acuática y, si fuera el caso, para la salud de las personas que estuvieran en contacto con estas aguas en este punto".

Como aclaración, también hizo hincapié en que a cierta distancia de la zona de vertido, las concentraciones de contaminantes "van a ser pequeñas", por la capacidad de dilución de estas sustancias que se produce en una gran masa de agua marina. La experta alertó también del peligro que supone, además de la contaminación bacteriana, la introducción de tóxicos (metales pesados o compuestos orgánicos nocivos) como "uno de los mayores peligros" de la evacuación de aguas residuales al mar.

 

Limitaciones

En el informe se reconocieron las limitaciones del dictamen y, con el fin de aclarar los posibles efectos negativos, se solicitó "un estudio más completo en el medio marino donde afecta directa o indirectamente el vertido y tener en cuenta que los daños son también acumulativos, es decir, la suma de otras muchas acciones que se producen en este medio".

No sin antes recordar que se confirmó, en el momento del muestreo, "el nefasto funcionamiento" de la planta de pretratamiento que recoge las aguas residuales antes de verter al mar a través del emisario, así como que los parámetros físico-químicos y biológicos "superaron en muchos de los casos los valores máximos permitidos por la legislación vigente"; la perito volvió a insistir en su dictamen en que el estudio complementario que se lleve a cabo analice diferentes puntos y la biota de la zona.

La incapacidad del primer dictamen para establecer una relación directa entre la contaminación de los vertidos y sus efectos en la biodiversidad marina y la salud de las personas, cuyas limitaciones admite el propio informe, es lo que ha motivado que la Fiscalía de Medio Ambiente solicite un estudio ampliatorio que aclare con precisión los posibles daños provocados.