Aseguran que se trata de una enfermedad leve, que se trasmite por contacto directo y no está justificada la supresión de actos públicos
Sociedad
09 mar. 2020

El Colegio de Biólogos afirma que "no existe ninguna razón biológica o epidemiológica que justifique la alarma desmedida" por el coronavirus

El Colegio Oficial de Biólogos de Canarias ha hecho público un comunicado en el que hace un llamamiento a la traquilidad ante los casos de coronavirus en el Archipíelago, donde, según la Consejería de Sanidad, hay 17 activos y cinco ya de alta. Según el Colegio, no existe ninguna razón biológica o epidemiológica que justifique la alarma desmedida y el miedo injustificado", puesto que se trata de una enfermedad leve, con un índice de mortalidad bajo y que se trasmite por contacto directo y prolongado. En opinión de los biólogos, que fundamentan sus afirmaciones en el trabajo científico, en Canarias se están tomando las medidas adecuadas y en ningún caso está justificada la suspensión de actos públicos ni de aglomeraciones de personas, ni de congresos y tampoco está justificado el cierre de centros públicos, privados o empresas.

 

Por el interés y la contundencia del texto remitido por el Colegio de Biólogos lo publicamos íntegro:

No existe ninguna razón biológica o epidemiológica que justifique la alarma desmedida y el miedo injustificado a esta enfermedad, que si bien es nueva en nuestro territorio, no supone en ningún caso un riesgo grave para la población. Se transmite por contacto muy directo y continuado, y no es una enfermedad grave.

Se seguirán produciendo nuevos casos en Canarias, como los recientes en La Laguna, sin que ello suponga un agravamiento de la situación. Se darán en lugares con personas especialmente vulnerables a enfermedades contagiosas. Que hayan más casos no significa que éstos sean más graves.

Para no seguir alimentando esta alarma, se recomienda no reenviar noticias sin asegurarse la veracidad de las mismas. Tratar de no darle más importancia que la que tiene.

No está justificado la suspensión de actos públicos ni de aglomeraciones de personas, ni de congresos. Tampoco está justificado el cierre de centros públicos, privados o empresas. Esto incluye que se pueden realizar con total normalidad todos los actos deportivos y actos festivos tradicionales.

No existe riesgo por viajar en cualquier medio de transporte o alojarse en establecimientos.

No hay que alarmarse al padecer sus síntomas, puesto que son parecidos a otras enfermedades, por lo que se puede confundir fácilmente.

No se deben tomar decisiones personales o grupales basadas en el miedo a esta enfermedad, puesto que se trata de una enfermedad leve. Por ejemplo, el uso de mascarillas en lugares públicos aumenta el miedo de forma innecesaria. Con respecto a los viajes, si fuera por evitar contagiarse de enfermedades, no se podría viajar a ningún lugar, porque en todas las regiones existen enfermedades contagiosas y más peligrosas, como la gripe.

El termino “zona de riesgo” está siendo mal utilizado, y crea miedo injustificado. Por viajar a un lugar determinado no hay mayor probabilidad de ser contagiado, salvo que se produzca un contacto prolongado y continuado con una persona infectada. Para explicarlo mejor: para un canario, el sur de Tenerife o La Laguna es la zona de riesgo. Sin embargo, para un turista extranjero “Canarias” es la zona de riesgo, y para un francés “España” es la zona de riesgo, y para un no comunitario “Europa” es la zona de riesgo. No es cierto que un territorio sea realmente una “zona de riesgo” donde con seguridad se infectará una persona.

Por parte de las autoridades sanitarias canarias, la tendencia es a controlar caso por caso, sin que sea necesario el aislamiento de grupos de personas. Se está trabajando de forma correcta, tomando medidas adecuadas a cada caso en concreto.

Si cree que podría tener los síntomas o ha estado en contacto con una persona que tiene esta enfermedad, llame al 112 y comuníquelo, le darán las pautas a seguir. Como cualquier otra enfermedad de este tipo, se deben tomar remedios caseros, después medicamentos para aliviar los síntomas, y si empeora acudir a su centro de salud.

El personal sanitario en toda España dispone de unos test que están perfectamente disponibles y baratos, y son altamente efectivos. En caso de positivo se realiza una segunda comprobación en un Instituto de Investigación en Madrid.

No hay que comprar mascarillas. El uso de mascarillas no es adecuado. No sólo no son efectivas, también crear una alarma social innecesaria. Además, hay enfermedades que sí necesitan el uso de mascarillas, y se está detectando falta de suministros para ellas.

Al tratarse de un virus los antibióticos no son efectivos, por lo que tampoco hay que tomarlos, salvo prescripción médica.

Hay autoridades y gobiernos, como Italia, que están tomando medidas excesivamente drásticas con respecto a esta enfermedad, que pueden ser parcialmente efectivas en la dispersión pero que aumentan el temor de la población a esta enfermedad. Desde el COBCAN las consideramos medidas totalmente injustificadas desde el punto de vista biológico e epidemiológico, puesto que la gravedad de la enfermedad es ya bien conocida.

La vacuna tardará un largo tiempo en desarrollarse, puesto que es un proceso que requiere de muchas comprobaciones y pruebas previas en animales y personas. Cuando esté disponible, ya las autoridades sanitarias determinarán si será recomendable su administración. Numerosas enfermedades contagiosas son vencidas por el sistema inmunológico de las personas sin necesidad de vacuna, como también ocurre con este coronavirus.

Para protegerse del virus basta con llevar un estilo de vida con higiene y saludable. Es recomendable, como lo era ya antes también: lavarse las manos con agua y jabón, no estornudar sobre personas u objetos, llevar una dieta sana y equilibrada, hacer deporte, llevar al días las medicinas y las revisiones médicas, y cualquier otro hábito adecuado.

Investigaciones seria y contrastadas:

Para afirmar los puntos anteriores, nos basamos sólo en investigaciones serias y contrastadas. A medida que los estudios biólogos sobre este virus y enfermedad avanzan, podemos afirmar a día de hoy que:

Se trata de un tipo de enfermedad respiratoria leve, no es un tipo de gripe. Este virus y la enfermedad que genera es ya bien conocida por los científicos.

Si una persona es contagiada, pasa un periodo de incubación, tras el cual aparecen los síntomas y se desarrolla la enfermedad. Dura unos 8 días, tras lo cual la persona se cura y queda inmunizada.

La mortalidad sigue siendo muy baja, inferior al 0,7 % de los afectados en España.

De las más de 3000 muertes que hablan los medios de comunicación, más de 2900 se han producido en una región concreta de China.

En España tenemos un sistema sanitario de primer nivel, una salud media de la población bastante alta, unas infraestructuras mucho mejores, y unos hábitos de higiene consolidados.

El cambio estacional hacia primavera y verano irá disminuyendo su expansión global.

El periodo de incubación puede llegar hasta los 14 días de forma asintomática.

La enfermedad se puede pasar casi sin síntomas, o muy leves.

Los síntomas son fiebre, estornudos, dificultad respiratoria. A veces viene acompañado de diarreas.

Sus síntomas son parecidos a otras enfermedades, por lo que se puede confundir fácilmente.

Es leve en personas con un sistema inmunológico sano, afectando a personas con otras patologías respiratorias graves, por lo tanto actúa como un agravante.

Se han descrito muy pocos casos en personas menores de edad, afectando sobretodo a personas muy mayores que además sufrían otras patologías. Estas personas ya debilitadas deben seguir medidas de higiene adecuadas para evitar este y otros contagios.

Para que haya contagio tiene que haber contacto directo y continuado con otro afectado. No se dan casos de contagio por contacto esporádico entre personas. Por eso no hay casos de dispersión en aviones u otros medios de transporte que usaron los ya contagiados.

El virus se trasmite en las gotículas de la respiración o los estornudos, sin que se proyecten más allá de un metro. Si algunas gotículas llegan directas a una vía de entrada de otra persona se produce el contagio (boca, nariz, ojos). Es necesario el contacto continuado.

La supervivencia del virus fuera del cuerpo humano va desde minutos a días, dependiendo de la temperatura y los productos de la superficie, disminuyendo rápidamente su capacidad de contagio.

Durante el tiempo que esté fuera del cuerpo humano se van desactivando y muriendo. Por eso no se transmite ni por objetos, ni dinero, ni paquetes.

Es muy sensible a los cambios de temperatura, y a los productos jabonosos o con alcohol.

Basta una limpieza normal de las superficies para desactivarlo.