Un juzgado investiga al exviceconsejero de Política Territorial, al alcalde y al resto de la Junta de Gobierno local por autorizar las obras.
Tenerife
18 sep. 2019

Las primeras imputaciones por la ampliación del Monkey Beach Club implican al Gobierno de Canarias y al Ayuntamiento de Adeje

Un juzgado de Arona investiga al exviceconsejero de Política Territorial de Canarias, al alcalde Rodríguez Fraga y al resto de la Junta de Gobierno local por autorizar las obras de un local de ocio ubicado en primera línea de playa / El establecimiento incrementó su superficie en 440 metros cuadrados y su altura en dos plantas pese a estar ubicado en una zona protegida en la Ley de Costas

 

La causa penal por las obras de ampliación del Monkey Beach Club, un local de ocio ubicado en la playa de Troya, en el municipio de Adeje, ha cogido velocidad de crucero en los últimos meses. El Juzgado de Instrucción Número 4 de Arona, tras encontrar indicios de presuntos delitos urbanísticos, investiga al exviceconsejero de Política Territorial de Canarias Jesús Romero (CC); al alcalde de Adeje, José Miguel Rodríguez Fraga (PSOE); al resto de la Junta de Gobierno local que autorizó las obras del conocido establecimiento del sur de Tenerife y a los técnicos municipales que informaron a favor.

El juzgado ha declarado la complejidad de la causa, por lo que el plazo de instrucción se ha ampliado hasta un máximo de un año y medio, período que también puede ser prorrogado. En los últimos meses se ha llevado a cabo la toma de declaración de los principales investigados, políticos y técnicos que participaron en los expedientes de autorización de las obras del Monkey Beach Club, y está previsto que en las próximas semanas se practiquen nuevas diligencias. También se ha reclamado a las administraciones implicadas toda la documentación relativa a los distintos permisos concedidos al local de ocio.

El establecimiento del Monkey Beach Club, cuya construcción original data de 1977, ocupa la servidumbre de protección y de tránsito del dominio público marítimo-terrestre, donde la Ley de Costas de 1988 impide las obras que supongan un aumento del volumen de las edificaciones levantadas antes de la entrada en vigor de la norma estatal. Pese a las restricciones urbanísticas que afectan al local de ocio, la Consejería de Política Territorial del Gobierno canario y el Ayuntamiento de Adeje concedieron los permisos necesarios para autorizar el primer proyecto de ampliación y un modificado presentado durante el desarrollo de los trabajos.

El Monkey Beach Club, un referente del ocio en el sur de Tenerife por sus conocidas fiestas en primera línea de la playa de Troya, fue precintado el pasado mes de abril por el Ayuntamiento de Adeje al no contar con una licencia de actividad adaptada a la nueva realidad urbanística del establecimiento. El Consistorio ya había ordenado el cese de los eventos en el mes de julio de 2018, pero un error en el procedimiento, al no dar trámite de audiencia a la empresa que administra el establecimiento, permitió su reapertura en agosto.

Son varios los incumplimientos detectados durante la instrucción de la causa penal, que se abrió a raíz de una denuncia presentada por la Fiscalía Provincial de Santa Cruz de Tenerife. La Ley de Costas establece que "se deberá evitar la formación de pantallas arquitectónicas o acumulación de volúmenes" en la zona de influencia del dominio público marítimo-terrestre, lo que incluye la servidumbre de protección, sobre la que se ubica la nueva instalación del Monkey Beach Club.

La Ley de Costas también incorpora una disposición transitoria, la cuarta, que es clave para entender las sospechas que pesan sobre la ampliación del local de ocio al regular las limitaciones que afectan a las construcciones anteriores a la entrada en vigor de la normativa estatal.  En referencia a las edificaciones en zona de servidumbre de protección, establece que "podrán realizarse obras de reparación, mejora, consolidación y modernización siempre que no impliquen aumento de volumen, altura ni superficie". La reforma del Monkey Beach Club ha permitido al establecimiento incrementar sus dimensiones en 440 metros cuadrados y crecer en dos plantas.

La posible ilegalidad podría ser aún mayor si se tiene en cuenta un informe elaborado por el Servicio Provincial de Costas en donde se afirma que no constan los permisos de la construcción original del Monkey Beach Club, cuyos títulos habilitantes se tenían que haber concedido en base a la normativa existente antes de la entrada en vigor de la actual legislación estatal. La disposición transitoria cuarta establece que las edificaciones que no cuenten con las autorizaciones exigibles "serán demolidas cuando no proceda su legalización por razones de interés público".

El Gobierno regional y el Ayuntamiento de Adeje sustentaron la concesión de los permisos para la obras de ampliación del Monkey Beach Club en la aprobación del Plan de Modernización, Mejora e Incremento de la Competitividad de Costa Adeje (PMM), que ha sido anulado en primera instancia por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) pero que se encuentra en vigor hasta que el Tribunal Supremo resuelva el recurso presentado por el Ejecutivo autonómico. El documento, que fue aprobado antes de las elecciones de 2015 pese a las numerosas irregularidades detectadas posteriormente en la jurisdicción contenciosa-administrativa, incorporó a última hora una disposición adicional única que viene a refutar la necesidad de cumplir con la Ley de Costas.

A petición del Servicio Provincial de Costas, en un informe de 20 de mayo de 2015, dos días antes de la aprobación del PMM vía decreto, la Consejería de Política Territorial incluyó en el documento una disposición adicional única que despeja cualquier duda sobre la obligación de cumplir con la legislación estatal al especificar, en su apartado cuatro, que "las obras e instalaciones existentes a la entrada en vigor de la Ley de Costas, así como aquellos nuevos que pretendan ejecutarse, situadas en la zona de dominio público o de servidumbre, se regularán por lo especificado en las disposiciones transitorias tercera y cuarta".

 

Cronología

A pesar de lo establecido en la Ley de Costas y en el propio PMM, el 18 de enero de 2017, el entonces viceconsejero de Política Territorial de Canarias, Jesús Romero, dictó una resolución para autorizar la ejecución del proyecto de ampliación del Monkey Beach Club a la entidad Nuevo Servicio y Turismo JCC SL, sociedad que gestiona el conocido local de ocio. La empresa es propiedad de los hermanos Cabrera, hijos de José Fernando Cabrera, expresidente de Ashotel, la patronal hotelera en la provincia de Santa Cruz de Tenerife.

El 10 de mayo de 2017, con la autorización del Gobierno autonómico sobre la mesa y varios informes técnicos favorables, la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Adeje otorgó a la sociedad que administra el Monkey Beach Club la licencia municipal de obras para el proyecto de ampliación del establecimiento. Ni el Gobierno de Canarias ni el Consistorio del sur de Tenerife tuvieron en cuenta lo establecido en la Ley de Costas y en la disposición adicional única del Plan de Modernización.

Ya con la causa penal en marcha, después de la denuncia de la Fiscalía, que se produjo a mediados de 2018, el arquitecto responsable de la ampliación del Monkey Beach Club solicitó a finales de año la aprobación de un proyecto modificado que justificó "por necesidades de la obra y requerimientos de la propiedad".

De nuevo Jesús Romero, exviceconsejero de Política Territorial y con anterioridad director de Urbanismo del Gobierno autonómico, dictó una resolución el 14 de febrero de 2019 para autorizar el denominado como Modificado de Proyecto de Ampliación del Monkey Beach Club. Según fuentes oficiales, el Ayuntamiento de Adeje también ha concedido recientemente la licencia municipal para la ejecución de las obras.

En ambos casos, las administraciones implicadas apoyan su decisión en las determinaciones del PMM para el área urbana que ocupa el local de ocio, sin tener en cuenta que los trabajos se realizan sobre un edificio ubicado en una zona de servidumbre de protección, con las limitaciones que impone la Ley de Costas para este tipo de actuaciones.


Terrazas

En paralelo a la tramitación del la ampliación del Monkey Beach Club, los responsables del establecimiento solicitaron al Servicio Provincial de Costas la aprobación de un proyecto vinculado al original para reformar las terrazas del local de ocio, ya que una parte invadía el dominio público marítimo-terrestre. Los trabajos, además de a la zona demanial, afectaron a la servidumbre de tránsito, que la legislación estatal deja claro que debe quedar siempre libre.

Las obras de las terrazas fueron autorizadas por el Servicio Provincial de Costas de Santa Cruz de Tenerife el 1 de marzo de 2017 e informadas favorablemente por el Ayuntamiento de Adeje, que el 9 de marzo concedió a la empresa de los hermanos Cabrera la necesaria licencia municipal para comenzar los trabajos.

Además de los incumplimientos en la zona de protección, también se han apreciado irregularidades relacionadas con la servidumbre de tránsito, que siempre debe mantenerse libre de forma permanente para el paso público peatonal y para los vehículos de vigilancia y salvamento. Una condición que no se ha cumplido durante la ejecución de las obras y sigue sin respetarse en la actualidad.

La servidumbre de tránsito está ocupada por el edificio del Monkey Beach Club, lo que obliga a los transeúntes a tener que bajar a la playa, o subir a la avenida, para poder bordear el establecimiento. La disposición transitoria decimocuarta de la Ley de Costas establece que la forma de garantizar la libre circulación es mantener la zona "permanentemente desocupada en, al menos, tres metros de anchura desde la ribera del mar, con un gálibo libre en altura de, al menos, tres metros". El cumplimiento de esta condición legal no le fue impuesto al promotor de las obras en las autorizaciones concedidas por las administraciones públicas.

Vecinos afectados por la ampliación del Monkey Beach Club, propietarios pertenecientes a la Comunidad Galaxia, pidieron explicaciones a las diferentes administraciones implicadas, especialmente al Servicio Provincial de Costas de Santa Cruz de Tenerife, que pasó la pelota al tejado del Gobierno de Canarias. La Consejería de Política Territorial, por medio del propio Jesús Romero, remitió una breve respuesta en la que explicaba que la autorización de las obras "se otorgó en aplicación del Plan de Modernización, Mejora e Incremento de la Competitividad".

Además del alcalde, que actúa en calidad de presidente, se sentaron en la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Adeje que otorgó la licencia para la ampliación del Monkey Beach Club los concejales Ermitas Moreira, actual directora insular de Desarrollo Socioeconómico del Cabildo de Tenerife; Carmen Rosa González; Encarnación Trujillo; Adolfo Alonso; María Isabel Fernández y Manuel Luis Méndez.