La Audiencia ordena ejecutar la sentencia ratificada por el Supremo que condena al cerebro del 'pelotazo de libro' a 3 años y 6 meses de cárcel
Tenerife
18 oct. 2018

Hayek tiene 9 días para ingresar en prisión por el ‘caso Las Huertas’, el origen del 'caso Las Teresitas'

La Audiencia ordena ejecutar la sentencia, ratificada por el Supremo, que condena al cerebro del 'pelotazo de libro' a 3 años y 6 meses de cárcel

La sección quinta de la Audiencia Provincial de Tenerife ha ordenado, en un auto al que ha tenido acceso Mírame TV Canarias, la ejecución de la sentencia de condena a 3 años y 6 meses de prisión, ratificada por el Tribunal Supremo, al asesor jurídico de la Junta de Compensación del Polígono Playa de las Teresitas (Tenerife), Mauricio Hayek, por delito continuado de apropiación indebida de más de 1,6 millones de euros en la operación de agrupación de las parcelas del frente de playa de Las Teresitas, y de la trasera: Montaña Morera y el Valle de Las Huertas. El nombre de este valle es también el de este caso judicial por el que se ha condenado a cerebro de la trama que originó “el pelotazo de libro” del ya más conocido caso Las Teresitas. El auto, notificado ayer 17 de octubre, le da a Hayek “un plazo de 10 días” para que “ingrese de forma voluntaria en prisión, con objeto de cumplir la pena privativa de libertad impuesta, apercibiéndole que en caso de no hacerlo se procederá a su detención e ingreso en prisión por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado”. Además la Audiencia da a Hayek un “plazo de 20 días” para que “abone la multa y responsabilidad civil impuesta, con apercibimiento de proceder a la vía de apremio en caso de impago". Hayek debe pagar 15 euros diarios de multa durante 10 meses, más de 4000 euros en total. La responsabilidad civil es la de devilver esos 1,6 millones de los que se apropió indebidamente pero el juzgado ya los ha embargado de sus cuentas y está a la espera de que las acusaciones le comunique el reparto.

Recuerda este auto que el Supremo ratifica su condena de 15 de noviembre de 2016 en la que estableció que  “el acusado deberá indemnizar” con 1,6 millones de euros “a la Junta de Compensación, integrada por sus partícipes en el momento de venta del parcelario”, es decir, a los pequeños propietarios de las parcelas, antes de que Hayek montara la venta a Inversiones Las Teresitas (ILT), la empresa de Antonio Plasencia e Ignacio González, para los que Hayek no sólo trabajó después de la primera compraventa, sino que ya lo hacía antes: En 1998, Plasencia pagó a Hayek con un cheque de 180.000 euros, tres días antes de que la Junta de Compensación vendiera a ILT todos los terrenos de Las Teresitas (los del frente y la trasera de la playa) por 30 millones de euros, incluyendo los que no eran suyos...

Pero la “apropiación indebida” de esos 1,6 millones empezó antes: 783.533.14 €, más los intereses generados por un fondo de inversión que el asesor jurídico creo con el dinero en cheques que cobró de la Junta "con la innecesaria finalidad de garantizar el cumplimiento” de sentencias.

Otros 782.975,653 €, que cobró de más por su cuota de participación como propietario en la Junta de Compensación y es que Hayek aprovechó “su posición de privilegio y dominio de la Junta” para adquirir acciones y parcelas del polígono a través de la sociedad Mar Terre, de la que poseía el 30% y, no contento con eso, se aplicó un coeficiente mayor que el que le correspondía.

 Ya van más de un millón y medio de euros a los que la sentencia suma los 43.272,872 €, más intereses, que solicitan las acusaciones populares formadas por los vecinos afectados que, o recibieron menos dinero del que les correspondería, o no recibieron nada o simplemente vieron cómo, de un día para otro y sin haber querido participar en la operación de compraventa, sus casas ya no estaban a su nombre en el Registro de la Propiedad, sino que habían pasado a nombre de Inversiones Las Teresitas. 

Cabe recordar que el Supremo subrayó en su sentencia que Mauricio Hayek, “desde su posición de privilegio y dominio en la Junta, con un claro desprecio a los deberes de lealtad que le vinculaban con la entidad que había depositado en él la confianza como asesor, que posteriormente reforzó como propietario, llevó la iniciativa en la estrategia que a través de los distintos episodios enumerados desembocó en el expolio de las sumas indicadas, en beneficio propio y en detrimento de aquella”. Agrega que “al tratarse de una actuación continuada en el tiempo, en la que se entremezclan distintas operativas, no resulta fácil individualizar nítidamente la manera en la que en cada caso canalizó su capacidad de liderazgo, pero lo que resulta patente a la vista de lo razonado por la Sala sentenciadora, es que a él correspondió la iniciativa, y, aun cuando necesitó de la intervención de los otros acusados, se prevalió de la posición de superioridad que ostentaba. No puede cuestionarse pues que tuvo el dominio del hecho, ni considerarse error iuris su condena como autor con un alcance global”.

Más de dos décadas después del expolio de los terrenos, esta sentencia entreabrió la puerta para que sus legítimos dueños pudiesen recuperar, la propiedad por la vía civil, además de los equipamientos y dotaciones para el barrio en las parcelas originales y que, tanto la sentencia del caso Las Huertas como la sentencia del caso Las Teresitas, advierten que no se contemplaron en el Plan General de Ordenación (PGO) ya que se “benefició sistemáticamente” a los “empresarios Ignacio González y Antonio Plasencia, a costa del interés público”.

Pero el actual Gobierno de Santa Cruz (CC, PP) cerró la puerta a recuperar esos equipamientos y dotaciones al rechazar la moción de Sí Se Puede en el pleno municipal del pasado 28 de septiembre argumentando que modificar el PGO sin esperar las sentencias firmes penales y civiles del caso Las Teresitas, podría otorgar derechos adquiridos… El mismo argumento que se pudo utilizar ese mismo día cuando se supo que el Tribunal Supremo acababa de declarar nulo el PGO de Santa Cruz convirtiendo las licencias otorgadas en base a ese plan, en posibles derechos adquiridos. Por cierto, ese plan es otra herencia de la época del alcalde de CC condenado por Las Teresitas, Miguel Zerolo, que no bailaba solo:

Lleva esperando junto a González y Plasencia, un año y medio por la sentencia firme del Supremo para ver si acompañan (o cuando acompañan) en prisión a Mauricio Hayek, el abogado que les entregó las parcelas del frente y la trasera de Las Teresitas en bandeja, a quienes aprovecharon para dar un pelotazo de libro. El negocio fue tan redondo que, la causa civil que contempla que el Ayuntamiento recupere más de 100 millones de euros a cambio de devolver los terrenos a los empresarios, permanece suspendida hasta que se resuelva definitivamente la penal, y es que existe un ‘pequeño’ problema: El Ayuntamiento devolvería suelo que compró en el frente de playa siendo ya de su propiedad.

El valor del frente de playa era de unos 20 millones de euros pero, en 2001, el Ayuntamiento pagó a Plasencia y González 52,5  millones (y hay que insistir en que era suelo municipal). Además el convenio con los empresarios trasladaba el aprovechamiento urbanístico del frente a la trasera, una recalificación urbanística que multiplicó su valor. Los empresarios lograron venderlo por 92 millones de euros a Desurcic (filial inmobiliaria de Mapfre). Plasencia y González ganaron 144 millones sin mover una piedra.  Mientras, las familias de la trasera , las de Las Huertas y Montaña Morera, tuvieron que montar guardia, día tras día, en la carretera de entrada al valle para impedir que las palas de Mapfre destrozaran sus propiedades. Todavía hoy esperan para recuperar el suelo que les quitaron para dar el pelotazo.